Normalmente se secan para extraer el pelo de la piel, este se mezcla con fibras textiles o para hacer sombreros.

Las pieles se conejo se recogen directamente del matadero, se refrigeran correctamente y luego se pasan a su secado natural por aire envarilladas como antiguamente, una vez bien secas se hacen paquetes de las cantidades exigidas por el cliente, utilizando insecticidas autorizados para la buena conservación.